Los trucos del microondas
Una casa de un emancipado no sería nada sin un buen microondas. Eso es una norma de supervivencia básica para cualquier joven que se haya independizado… Y saberlo usar con destreza debería ser una asignatura optativa en cualquier universidad pública del país. Mientras tanto, os traemos un par de trucos básicos que pueden ayudaros en vuestro idilio con este práctico electrodoméstico.
Empezamos con algo básico: ¿qué se puede meter y qué no?. Queda terminantemente prohibido introducir papel de aluminio o dejar objetos de metal como las cucharas cuando calentamos la comida. Ésto es lo que va a ocurrir. Vamos a limitarnos, por lo tanto, al vidrio, la cerámica, la porcelana y el plástico, aunque haya quien asegure que este último material puede desprender elementos nocivos para la salud (comiendo lo que comemos es un riesgo que podemos asumir).
En este tema de destruir microondas (o forzarlos a límites insospechados) por el simple placer de experimentar las reacciones de los diferentes objetos hay un grupo de expertos: Microwhat. En su web podéis ver el antes y el después de cada una de sus locas intervenciones a través de unos gifs animados. Un proyecto tan inútil como estético. Nos encanta.
Aunque si hay algo que nos pone de los nervios a la hora de usar el micro es familiarizarnos con los tiempos necesarios para recalentar. No hay nada más desagradable que tener listo sobre la mesa un puré (con una pinta cuestionable y el recipiente ardiendo) y que al probar la primera cucharada resulte estar congelado. Debemos recordar que el microondas distribuye el calor de modo desigual y hay que ingeniárselas para evitar estos contrastes de temperatura.
Por suerte (o desgracia), hemos crecido en una época en la que metemos al microondas un recipiente de plástico que acabamos de comprar en el supermercado y sacamos una comida ‘decente’. Un milagro. Basta incluir el tiempo que indica en el envase y darle al ‘ON’. Al menos para quienes no paramos quietos durante todo el día es un alivio y podemos estar agradecidos, aunque alguna vez se les escapen algunas trazas de caballo.
A pesar de todo lo que nos ha dado, hay veces que no tratamos a nuestro microondas como se merece. Nos olvidamos de poner la tapa y cuando vemos que está todo salpicado, lo dejamos así hasta el día siguiente (a ver si se limpia sólo…). Como ésto nos ha pasado a todos, en el consejo de hoy os dejamos un truco para devolver esas manchas a su estado original, en lugar de tener que rascar las costras que se han formado con el paso de las horas.
Os animamos a que aportéis vuestros conocimientos en los comentarios de la entrada. No olvidéis que nosotros también estamos aprendiendo en esto de emanciparnos y nos viene genial vuestra participación. Esperamos que os guste el consejo de hoy:
Sobre el autor
Home Sapiens Alicia y Sergio. Diseñadora gráfica y periodista. Dos amantes de los viajes que han dejado todo durante un año para recorrer el mundo y contar sus aventuras en este blog.
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el microondas el gran amigo… y la lavadora la gran enemiga! porque todo el mundo sabe poner unas albóndigas a calentar, pero la camisa azul que? va con blanco o con color? ay amigos… eso si que es un dilema cuando te emancipas!
Jajajaja ¡Cuánta razón tienes Marta! y aún así que mal lo tratamos a veces, hay que limpiar más a menudo a nuestro gran amigo… el microondas!!
¡Bendito microondas!
Aunque bien es verdad que intento usarlo lo mínimo posible en casa, una pena que todos los días coma en el curro y haya que calentar si o si.
El tema del agua + limón habrá que hacerlo. Gracias 🙂
El microondas es el dios de los electrodomésticos. JAJAJAJA
Lo del agua + limón no lo había escuchado en mi vida, habrá que probarlo. Thanks! 😉
Muy buena web. Pero una pregunta d los trucos dl microondas, alguien sabe donde. Esta la marca para q me enfrié en 3 min la cerveza, ya me ha quedado claro q primero la pongo en el vaso d cristal. 😉