Limpiar la rejilla del fregadero sin morir en el intento
Uno cocina y otro friega. Este acuerdo puede considerarse un trato justo y muchas parejas de jóvenes emancipados recurren a él para saldar las disputas en la cocina. Sin embargo, este pacto debería incluir una cláusula adicional en lo que respecta a la rejilla del fregadero… ¿no os parece?. Pocas tareas hay más desagradables que recoger los restos de comida deconstruida que se acumulan bajo la montaña de platos. Es una responsabilidad que, de asumirla una sola persona, puede acabar minando su moral.
Da igual que te empeñes en pasar una servilleta a cada recipiente para que todos los restos sólidos acaben en el cubo de la basura… siempre habrá trozos de comida que se acumularán en el fregadero. Lo hacen sin llamar la atención, ocultándose bajo algún plato, a la espera de que acabes de fregar para darte una molesta sorpresa. Una situación que se agrava cuando la tarea de limpiar la vajilla se pospone de forma indefinida.
Pero tarde o temprano ese momento llega. Te cubres la nariz, agarras la rejilla y te desaces de todos los restos de comida como si de una bomba se tratase. Golpeas la rejilla contra cubo de la basura y, con el fregadero al descubierto, tratas de ‘pescar’ los restos que están a punto de precipitarse por la tubería. Si esta tarea se descuida llegan los atascos y las pesadillas con el fontanero. Demasiada responsabilidad para una sola persona.
yo limpie mi fregadero con fibra y se descarapelo, tuve que comprar otra y darle los cuidados que mencionas, llevo año y medio y sigue como nueva
es complicado limpiar la rejilla, pero es preferible a que los olores se junten por los restos de comida