Turismo para dummies en Ekaterimburgo: sigue la línea roja
Ekaterimburgo se ha convertido en una de las paradas por excelencia de la ruta del Transiberiano. Situada entre Moscú y Novosibirsk, esta ciudad nos dará un descanso después de unas 36 horas de viaje por las vías de tren de Rusia. Para los turistas que no disponen de mucho tiempo, Ekaterimburgo cuenta con una línea roja dibujada en el suelo y que permite llegar sin perderse y en poco más de dos horas a sus principales atractivos turísticos.
Son 5,5 kilómetros y 35 paradas marcadas en el camino, entre las que se encuentran, por ejemplo, la Iglesia sobre la Sangre, donde fue asesinada la familia Romanov (con Nicolás II al frente, el último Zar de Rusia), que dio lugar a la leyenda de Anastasia, la hija menor del Zar. La ruta la inaugura la enorme estatua de Lenin que preside la plaza central de Ekatrimburgo.
Tenemos que decir que la ciudad nos sorprendió y que esta línea roja pintada en el suelo nos ayudó a recorrer los lugares más emblemáticos sin tener que preocuparnos del mapa. Poco después descubrimos que Irkust tiene el mismo sistema (una línea verde), aunque en ese caso nos saltamos un poco el recorrido por falta de tiempo.
¿Qué os parece esta idea para ayudar a los viajeros? Siempre hemos pensado que no hay nada mejor que perderse en una ciudad para poder conocerla de verdad, escapando de los lugares más turísticos. Sin embargo, cuando no dispones de mucho tiempo y quieres hacerte una idea de cómo es el lugar quizás puede ser una buena iniciativa.
La «línea roja» (Roter Faden, en alemán) se inventó en 1970 en la ciudad alemana de Hannover, y ha estado en uso desde entonces sin interrupción para el mismo fin que aquí, ayudar al turista con el tiempo limitado. En Hannover son 4,2 km y 36 monumentos.
Interesante! Muchas gracias por compartirlo 🙂