Published on diciembre 4th, 2017 | by Home Sapiens
0Ruta por los impresionantes campos de té de Cameron Highlands
Cuando piensas en el sudeste asiático una de las primeras imágenes que se te viene a la cabeza son sus impresionantes campos de arroz y té, de un color verde intenso hasta donde alcanza la vista. Intentamos visitar uno en el sur de China, pero llovió tanto ese día que se desprendió la pared de una montaña cortando la carretera por donde teníamos que pasar.
Tras ese primer fracaso, nos dirigíamos ahora a Cameron Highlands, en el interior de Malasia, para visitar sus famosos campos de té. En una zona montañosa, donde la lluvia suele hacer acto de presencia a menudo, tuvimos más suerte y pudimos hacer un par de excursiones que merecieron muchísimo la pena.
El pueblo de Tanah Rata es el punto de encuentro mochilero por excelencia en Cameron Highlands, donde se encuentran la mayoría de los alojamientos económicos y desde el que se organizan ‘tours’ a las principales atracciones turísticas de la zona. Llegamos hasta allí en autobús desde George Town (por 45 ringgits, 9 euros), en algo más de 6 horas.
Nos sorprendió la temperatura, ya que por primera vez en bastante tiempo empezaba a refrescar por la noche y no vamos demasiado preparados para ello. Tampoco lo estamos para estos ‘trekkings’ por la selva que se organizan allí, así que nos centramos en lo que nos interesaba: las plantaciones de té, que pudimos visitar por nuestra cuenta (sin necesidad de contratar ningún tour privado).
EXCURSIONES A LAS PLANTACIONES DE TÉ DESDE TANAH RATA
Esta pequeña población se encuentra en el punto intermedio entre las dos plantaciones de té más importantes de la región, así que decidimos visitar una el mismo día que llegamos por la tarde (Bharat) y dejar la más importante para la mañana siguiente (BOH Sungai Palace).
BHARAT es la plantación de té más accesible desde Tanah Rata. Se puede llegar hasta allí en taxi, en furgoneta compartida (5 ringgits, un euro) o, incluso, andando. Nosotros teníamos la primera tarde libre, así que optamos por esta última opción. Se tarda unos 45 minutos caminando por el borde de la carretera. Es un camino sencillo y se disfruta de las vistas, pero hay que tener cuidado con los coches en algún cruce.
El lugar es espectacular. Justo lo que estábamos buscando: plantaciones de té que se extienden por las montañas, creando un maravilloso juego de formas geométricas y tonalidades verdes que van cambiando según la fuerza con la que impactan los rayos de sol. Los pañuelos de las niñas musulmanas destacan sobre el fondo creando una escena única.
BOH, LAS PLANTACIONES DE TÉ MÁS FAMOSAS DE MALASIA
Las plantaciones de té de BOH son las más famosas de Malasia, así que aprovechamos la mañana siguiente, con mucho más tiempo, para ir hasta allí y disfrutar de una de esas maravillas que la naturaleza y el hombre han creado de manera conjunta.
Un lugar mágico que nace de la necesidad, de aprovechar los recursos naturales, pero que acaba convertido en una auténtica obra de arte. La arquitectura campesina convertida en un centro de peregrinación para el turismo.
Eso también han sabido aprovecharlo y allí se combinan los trabajos en el campo con los puestos adaptados al turismo, con una tetería con espectaculares vistas a los campos donde hacer un alto en el camino. Por unos 3 euros probamos el té Palas Supreme, servido en tetera, un BOH Tea (un té negro en bolsa) y una tarta de fresa (que también se cultivan en la zona).
Para llegar hasta esta plantación hay que coger un autobús local con dirección a Kampung Raja que sale a las 8.30 o a las 10.30 de la mañana de Tanah Rata (por 5 ringgits, un euro). El conductor os indicará dónde bajar y desde ahí hay que andar durante 3 kilómetros por un camino de arena, aunque recomendamos hacer ‘autostop’, ya que todos los coches que pasan por ahí van al mismo lugar y si tienen espacio os recogerán.
Aunque la mayor parte de la gente coincide en que la de BOH es la plantación más espectacular, nosotros no sabríamos decir cuál nos gustó más. Bharat nos pareció más auténtica y había más gente recorriendo las plantaciones e interactuando con el entorno. BOH, por su parte, es un lugar de postal que la gente ve desde la distancia. Cualquiera de los dos lugares os dejará con la boca abierta.