Apo Island y Moalboal: los mejores sitios de Filipinas para hacer snorkel
Vamos a partir de la base de que no somos unos expertos en buceo. De hecho, Alicia hizo ‘snorkel’ por primera vez en este viaje y con un estilo bastante cuestionable. En cualquier caso, no podemos dejar de recomendar estos dos increÃbles destinos de Filipinas, Apo Island y Moalboal, en los que disfrutamos como unos niños nadando entre tortugas y enormes bancos de sardinas.
La gente suele pensar en las playas cuando se imagina su viaje a Filipinas, pero estas experiencias son las que de verdad merecen la pena. Lo mejor es que no es necesario estar muy preparado y que en cualquier lugar puedes alquilar unas gafas de buceo y un chaleco por unos pocos pesos.
Para llegar a Apo Island desde Siquijor hay dos alternativas: coger el barco directo de 2 horas desde Coco Grove Resort, que cuesta 1.000 pesos por persona (16 euros) si quedan plazas libres en sus viajes ‘premium’ organizados para quienes se alojan ahà (por eso conviene reservar con tiempo); o el trayecto vÃa Dumaguete, cogiendo un ferry a esta ciudad, un bus desde allà a Malatapay y una barca a Apo Island (todo por unos 600 pesos, en 5 horas).
LAS TORTUGAS DE APO ISLAND
Empezaba nuestra maratón de ‘snorkel’ y lo hacÃamos nadando con tortugas gigantes. Nos habÃan dicho que era fácil verlas, pero no pensábamos que tanto. Fue meternos en la orilla por la parte y empezar a verlas comiendo en los corales. Una experiencia preciosa, viendo cómo las tortugas se acercan hacia ti sin miedo con su lento braceo.
Nos quedábamos inmóviles, con la espalda al sol, viendo sus movimientos. Las tortugas ni se inmutan de nuestra presencia… ¡en un momento dado llegamos a tener siete alrededor! Sus caparazones de figuras geométricas y variedad de colores eran espectaculares. El mejor momento para ver a las tortugas es entre las 15 y las 17 horas. Por la mañana es más difÃcil verlas fuera de la zona de boyas reservada a los tour (a la que se puede acceder pagando).
Hay varias opciones de alojamiento en la isla. El problema es que los más grandes inflan los precios de las habitaciones si no contratas con ellos un curso de buceo. Por ello os recomendamos ‘Ronors Homestay’, donde nos sentimos como en casa. Pagamos 500 pesos (8 euros) la habitación doble con desayuno incluido y 150 pesos por cada cena que nos prepararon. Una sitio muy correcto y una familia encantadora la que lo regenta.
Apo Island no cuenta con electricidad ni con cañerÃas. Las duchas son a cubazos hasta en el resort más caro y solo hay cuatro horas de electricidad al dÃa para poder cargar el móvil. Sin embargo, todo lo que vives en este lugar lo compensa. Es una verdadera joya natural.
MOALBOAL Y SUS FAMOSOS BANCOS DE SARDINAS
Saltamos de la isla de Negros a la isla de Cebú en ferry para llegar (autostop mediante) a la ciudad costera de Moalboal –en concreto a Panagsama Beach-, famosa por sus enormes bancos de sardinas. A 15 metros de la orilla estos pequeños peces se acumulan en un barranco submarino, creando un espectáculo único en el mundo.
La sensación de estar rodeado de miles de sardinas desde el momento en el que llegas a este ‘abismo’ de 30 o 40 metros de profundidad es sencillamente increÃble. Los movimientos acompasados de los bancos de peces son estéticamente perfectos y hasta se puede oÃr su sinfonÃa bajo el agua.
Los más miedosos no van a poder dejar de pensar que en cualquier momento, detrás de esa nube de sardinas, va a aparecer un bicho más grande. Sin embargo, si los peces están allà es precisamente por lo seguro que es y esa sensación de agobio se convierte pronto en una paz absoluta que sólo pueden estropear los turistas chinos que llegan en barcos en alguno de los tours organizados.
En Panagsama Beach nos alojamos en Marina Lodge por 600 pesos la habitación doble con baño compartido. Un sitio un poco raro porque es un cuarto enorme en las que las habitaciones se separan con tablones de madera a modo de biombo. Es el hermano cutre de los resorts a pie de playa, pero también el más barato que podéis encontrar. ComÃamos justo al lado, en el Marina Cusina Italiana, con pizzas enormes por 300 pesos.
Moalboal fue una de las últimas paradas de nuestro viaje por Filipinas. Un cierre muy especial para un destino que nos dejó con un sabor de boca agridulce.
Sobre el autor
Home Sapiens Alicia y Sergio. Diseñadora gráfica y periodista. Dos amantes de los viajes que han dejado todo durante un año para recorrer el mundo y contar sus aventuras en este blog.
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