Calcetines solitarios
Es un hecho inevitable. Ocurre cada vez que tiendes la ropa de la lavadora. Primero salen las camisas, los pantalones, las camisetas, hasta que llegan los calcetines… Ahí está el problema. Resulta que nunca cuadran, vuelven a salir impares. Es como si la máquina hiciese desaparecer uno de ellos sólo para fastidiarnos el día.
Los calcetines solitarios son un mal muy extendido entre el colectivo textil. Tras intensas jornadas de paseos mañaneros y carreras furtivas, en las que nunca les ha faltado pareja, ahora muchos calcetines se encuentran solos y con un oscuro futuro en el fondo del cajón. Da igual si son de lana buena, de marca o comprados en el chino… Le puede pasar a cualquiera.
Imagino que todos los que leéis el blog habéis pasado por esta traumática situación. Lo aceptamos ya con resignación, pero va siendo el momento de tomar cartas en el asunto. No dejéis que vuestros calcetines mueran viejos, solos y arrugados. Aunque sea, buscadles una nueva pareja, más joven y colorida. Ellos os devolverán todo el cariño cuando apriete el frío.
Los calcetines de mi hija son muy independientes, tienen vida propia, les encanta ir cada uno por su lado, crear nuevas parejas … son muy divertidos. Hay que dejarles vivir, jeje 😉