Published on febrero 5th, 2013 | by Home Sapiens
4Mueble chino para el salón
En estos momentos estamos diseñando nuestro futuro salón. Nos lo tomamos con calma porque va a suponer una importante inversión y, por desgracia, el dinero no nos llueve del cielo. Sin embargo, estábamos muy seguros de cómo queríamos que fuese el aparador sobre el que colocar la televisión y nos lo hemos comprado. Para qué pensarlo más…
Teníamos claro que tenía que ser un mueble chino, con aspecto envejecido y un color rojo oscuro. De hecho, ya habíamos encontrado algunos que se ajustaban a lo que necesitábamos y, aunque ninguno bajaba de los 700 euros, estábamos dispuestos a comprarlo. Cada cual tiene sus vicios y, en nuestro caso, no nos importa gastar algo más en un mueble que sabemos que nos durará muchos años.
Pero cuando tienes las cosas tan claras suele surgir algún imprevisto. Y así fue… Fuimos a la tienda para ver ‘en persona’ el mueble que íbamos a comprar. Nos parecía lo más normal del mundo, pero los dependientes (chinos) no nos iban a traer desde el almacén a la tienda el aparador que nos gustaba si no lo comprábamos previamente. Intentamos explicarles que no podíamos gastar tanto dinero en algo que ni siquiera podíamos ver, pero no entraban en razón.
Era sábado por la mañana y andábamos mosqueados así que salimos de la tienda y buscamos en el móvil: “muebles-chinos-madrid”. Llamamos al número de teléfono de la primera tienda que apareció en el listado y resultó que estaba de “liquidación”. No nos importó recorrernos medio Madrid para llegar allí (no hay muchas tiendas con este tipo de muebles en la capital). Entonces nos metieron en un enorme trastero de un edificio de viviendas donde estaban todos los mueles chinos almacenados.
Tenían muchas cosas interesantes y tiradas de precio, pero sólo una se parecía a lo que queríamos. Nos encajaba todo… menos el color. Además, tenía algunos rasguños en el frontal. El dueño, al vernos interesados, nos advirtió de que no habría problema en cambiar de color y arreglar los desperfectos y al decirnos cuál sería el precio final nos arriesgamos a comprarlo. Nos salió por menos de una tercera parte de lo que, en un primer momento, estábamos dispuestos a pagar (eso sí, Alicia se encargó de dejarle muy claro –vamos, que daba miedito verla– de qué tono EXACTO quería el mueble).
Un par de semanas después se nos pasaron las dudas al ver el resultado. Quedamos más que contentos y nuestro salón ya va cogiendo forma. Nos encanta jugar con el contraste entre muebles antiguos y otros objetos modernos (como el televisor) y ya vamos teniendo idea de cómo acabará siendo este rincón de la casa. Esperamos poder enseñaros pronto el resultado en el blog.
Por cierto, aún mantenemos el contacto del dueño de este ‘almacén clandestino’ por si alguno estáis interesados en mobiliario asiático a precio de coste. No tenéis más que pedirlo.
PD. No podíamos cerrar esta entrada sin que Alicia aprovechase para demostrar lo mucho que está avanzando en sus clases de chino. “Women de jia hen piao liang”. Ale… Pues ahí queda eso.
Hola, ¿podríais darme el contacto del almacén?? busco algo similar pero en un tamaño más pequeño, muchas gracias
Aquí tienes: http://www.nelken.es/#!contactar/c1j39
Te atenderá un tal Neil. Muy majo el chico…
Hola! Me encanta el mueble chino, estoy buscando algo asi, me podrias dar el contacto de la tienda donde finslmente lo compraste?
Lo compramos hace varios años en una tienda de Madrid que estaba de liquidación. Ya cerró. Lo siento.