Published on marzo 1st, 2013 | by Home Sapiens
0Pesadillas con el fontanero
Cuando uno se independiza hay ciertas personas a las que esperas no tener que ver por casa, por muy buen anfitrión que seas… Una de ellas es el fontanero. Por eso, cualquier pequeño problema relacionado con las humedades nos deja muy fríos. En un primer momento, piensas en llamar rápido al profesional para que la cosa no vaya a mayores, pero siempre te quedará la duda de que haya sido una tontería. Una tontería muy cara.
Nosotros andamos ahora a vueltas con el grifo de la cocina. Es bastante jovencito (hace apenas dos años que nos pusieron la cocina), pero ya tiene pérdidas. En cuanto nos despistábamos unas horas se iban formando pequeños charquitos en la encimera. Vista la situación tuvimos que tirar de agenda, pero buscamos en primer lugar el número del padre de Sergio. Y es que la experiencia es un grado.
Tampoco tenía mucha idea, pero nos ayudó a desmontar el grifo y volver a colocarlo con algo más de fuerza… Como en el caso de los ordenadores, a veces reiniciarlo es la solución al terrible drama que habíamos planteado en nuestra cabeza. Y así fue, después de pasar varios días preocupados, parece que el problema está solucionado. Al menos temporalmente.
La vida del jóven emancipado está plagada de sobresaltos. Cada pequeño arreglo en la casa supone una derrama para los inquilinos. Te descuadra las cuentas de todo el mes. Por eso nunca está de más buscar una segunda opinión antes de marcar la ‘F’ en la agenda del móvil. Y tomarse una tila.