Los consejos para un verano emancipado en la piscina
Ya está aquí el verano. Se ha hecho esperar, pero el sol y el buen tiempo van poco a poco recuperando el lugar que les corresponde. Los jóvenes emancipados, con pocos ahorros después de pagar religiosamente su alquiler o hipoteca, además de la luz, el agua, el IBI… se tienen que conformar con lanzarse a la piscina. Un verano barato y tranquilo (o eso es lo que esperan). Lo malo es que la vecina está en la misma situación económica y tampoco se va a poder ir a la playa. Ni ella… ¡ni sus niños!.
Por ello, si quieres sobrevivir a los peligros de la piscina: toma nota. Debes saber que hay pistolas de agua que se podrían confundir con armas de destrucción masiva y pelotas de Nivea que, aunque no duelen, estarán rondando tu cabeza si te sitúas en un mal lugar de la piscina. Lo primero que debes hacer es vigilar durante varios días dónde se colocan los niños más problemáticos, para irte a la otra esquina del recinto, y controlar sus horarios, para poder tener tus ratos de paz y descanso absolutos.
También conviene evitar a las mujeres cotillas o a aquellas que tratan de darte conversación cuando lo único que te apetece es desenchufarte del mundo durante unas horas. Ahí no te queda más remedio de recurrir a los cascos como elemento disuasorio. Da igual que los tengas encendidos o apagados, la música es lo de menos, lo importante es que alejarán a alguna señora cotilla que intentará hablar contigo del tiempo que ha hecho esa semana o impartir una conferencia sobre cómo empanar un filete. Por no hablar de los chicos pesados que van a ligar como si estuviesen en una discoteca…
Pilla un rincón ‘sol y sombra’ donde extender la toalla, échate crema e hidrátate a menudo (sí, eso es lo mismo que te dirían tus padres, pero es que ¡tienen razón!). Busca una buena lectura y disfruta de tus merecidas vacaciones. Al final te dará igual si estás en una piscina de 100 metros cuadrados o en una hinchable, cualquier cosa es mejor que pasar un magnífico día de sol en la oficina.
Lo único que te falta para redondear la jornada es contar con una buena compañía. Y si aún no la tienes, aprovecha el momento. El verano es buena época para lucir palmito (o michelines, que también son bellos) y la piscina es el mejor escaparate posible.
Sobre el autor
Home Sapiens Alicia y Sergio. Diseñadora gráfica y periodista. Dos amantes de los viajes que han dejado todo durante un año para recorrer el mundo y contar sus aventuras en este blog.
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