Aprende cómo organizar bien la nevera
Mucha gente piensa que el frigorífico es como un armario donde ir acumulando la comida a lo loco, en el primer hueco libre que encuentra. Sin embargo, mantener un orden lógico puede resultar clave para la correcta conservación de los productos y para evitar tener que tirar comida. Aquí tenéis unos cuantos trucos muy sencillos, con los que os daréis cuenta de que no es tan difícil darle un buen uso a este electrodoméstico.
El primer consejo es que los productos tengan un espacio entre sí y no toquen el fondo de la nevera, de forma que el aire circule correctamente. La nevera debe estar a unos 5 grados y el congelador a -18 grados, bajando un par de grados el frigorífico cuando llegue el verano. Para conservar esta temperatura ideal evitar tenerlo demasiado lleno y abre la puerta sólo cuando sea necesario y el menor tiempo posible.
Tras estos asuntos básicos hay que atender al almacenamiento para poder sacar a la nevera el mayor rendimiento posible. Para empezar, organiza la comida por baldas (esta es la única manera de evitar el contacto entre distintos productos y que se transmitan olores y sabores). Además, cada tipo de alimento requiere de una temperatura concreta y no toda la nevera mantiene los mismos grados.
Así, los alimentos que necesitan más refrigeración (carnes y pescados) deben colocarse en la parte más frío, que sería el estante superior al cajón de las verduras. Los estantes medios y superiores podrán dividirse entre lácteos, embutidos o tuppers. Por su parte, la puerta es el lugar menos frío y allí deben colocarse mermeladas, mantequillas, salsas y los líquidos.
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Otro consejo muy útil es organizar los productos en función de su caducidad más cerca o más lejos de nuestro alcance. De esta forma, evitaremos que determinados tuppers se pasen meses al fondo de un estante cogiendo moho. Esto es algo importante para los más vagos porque aunque la nevera debería limpiarse al menos una vez al mes acabará pasando más tiempo. “Y lo sabes” (Julio Iglesias dixit).
También debes evitar introducir alimentos calientes en la nevera porque su consumo se dispara y, como solemos decir, la factura que llega a final de mes te puede dejar bastante frío. Esta es una norma básica, como la de no dejar restos de comida sin tapar herméticamente.
¡OJO CON LAS LATAS!
Tomate, alcachofas, espárragos… Todos los productos que estén en latas no puedes quedar en el mismo envase una vez que se haya abierto. Pasa su contenido a otro recipiente de plástico o cristal porque de lo contrario se pueden oxidar, modificando su sabor y convirtiéndose en un peligro para la salud.
Otro tema que no podéis pasar por alto es el del congelador. Ya hablamos en su momento de la Teoría de Walt Disney y básicamente llegamos a la conclusión de que no podemos revivir determinados productos si ha pasado demasiado tiempo desde que los congelamos.
Entonces, ¿cuánto dura la comida en el congelador?. Los productos de repostería no deberían estar más de tres meses; el pescado de 3 a 6 meses, igual que los alimentos cocinados; las frutas y verduras de 6 a 12 meses; las carnes de ave y cerdo hasta un año.
Por último, si vemos que la nevera huele mal, se suele recomendar poner un limón partido por la mitad con algunos clavos (la especia, no los de metal… burros) pinchados. A ver qué tal funciona.
PD.- En Internet los expertos dicen que los huevos hay que colocarlos con la puntita hacia abajo. Ahí lo dejamos caer…
Sobre el autor
Home Sapiens Alicia y Sergio. Diseñadora gráfica y periodista. Dos amantes de los viajes que han dejado todo durante un año para recorrer el mundo y contar sus aventuras en este blog.
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