Cama de matrimonio… ¡no fastidies!
Hay un tema que nos irrita un poco. Nos gusta llamar a las cosas por su nombre, pero “cama de matrimonio”… ¡no fastidies! Le hemos dado vueltas al tema y no acabamos de entender por qué en España nos empeñamos en ser tan cuadriculados y recurrir tanto a los estereotipos. A lo mejor es que nosotros estamos haciendo algo mal y deberíamos estar durmiendo hasta la boda en dos camas individuales colocadas una al lado de la otra, como en los hoteles. ¿No os parece?
La traducción al inglés de “cama de matrimonio” es mucho más coherente: “double bed”. El doble de grande. Y punto. ¿Para qué buscarse más problemas? Así un solterón podrá estirarse en su cama de 2×2 metros sin necesidad de estar pensando que le falta algo para que todo tenga sentido; o la pareja de jóvenes podrá hacer la cucharita sin pensar que el siguiente paso debería ser pasar por el altar.
Llamar a las cosas por su nombre nos evitaría muchas situaciones incómodas. ¿O es que nadie ha ido con sus padres/novia/amigo a comprar esa “cama de matrimonio” para su piso nuevo? No sabes ni cómo interpretar las miradas del dependiente de turno. Seguro que a alguno se le ha escapado un “enhorabuena” al cerrar la venta.
Si vosotros también estáis indignados con este tema, dejadlo claro en los comentarios del blog, indicando cuál sería el nombre adecuando: “cama grande”, “cama doble”, “cama del espatarrado”, “súper cama”… A ver si la RAE recapacita y nos evita estos malos tragos.
Tenéis toda la razón, son cosas de nuestro idioma muy rico pero no tan y simple y claro como el inglés!