Consejos de seguridad para adaptar la casa a los niños
Esta semana hemos estado echando cuentas y hemos caído en que era necesario hacer un consejo ilustrado pensado para padres emancipados. No penséis nada raro, que a nosotros nos queda todavía un tiempo para eso. El caso es que siempre hemos hablado de que la edad de emancipación en España ronda los 30 años y ahora vemos que las mujeres españolas tienen su primer hijo, de media, justo a esa edad.
Con una simple ecuación (pese a que somos de letras), nos damos cuenta de que muchos recién emancipados son a la vez padres primerizos. En algunos casos se solaparán ambas cosas, así que -aunque no sea nuestro caso- nos animamos a recopilar una serie de consejos básicos para hacer de la casa un sitio seguro para los más pequeños.
Las madres y padres ‘novatos’ suelen venir muy preparados, por lo que ninguno de estos consejos les va a pillar por sorpresa, pero es bueno recopilarlos con este formato ilustrado para los más despistados. Seguro que muchos de vosotros podéis añadir en base a vuestra experiencia otras ideas ingeniosas para evitar accidentes caseros (que, por otra parte, son más habituales de lo que puede parecer).
Lo primero de todo es hacer lo posible para evitar que el niño se resbale, más aún sabiendo que uno de los retos de los padres es conseguir que su niño empiece a gatear y andar antes que cualquier primo, vecino o compañero de guardería… cueste lo que cueste. Para ello, lo mejor es contar con materiales rugosos o poner alfombras por la casa (bien limpias, por supuesto).
Otros puntos críticos son la electricidad: no dejar cables colgando y cubrir los enchufes para evitar sustos, y las posibles caídas: poner cierres de seguridad en ventanas y puertas que den al exterior. Por otra parte, en las escaleras y cambios de nivel de la casa conviene instalar una barrera, aunque sea de manera temporal, en la que la distancia entre barrotes no debe ser superior a los 10 centímetros. Hay niños que aprenden a fugarse antes que a hablar.
Finalmente, esconde todos los productos tóxicos o perjudiciales para los menores en lugares a los que no puedan acceder y coloca protectores en los muebles con esquinas que queden a la altura del niño. Toda precaución es poca con estos pequeños terremotos. A ver si así la gente se ahorra algún que otro disgusto.