Published on agosto 21st, 2018 | by Home Sapiens
0Ruta por los barrios de Singapur y su espectacular skyline
Singapur es un país en miniatura. Con 697 kilómetros cuadrados es la nación más pequeña del sudeste asiático y, al mismo tiempo, una de las más prósperas de la región, con una moneda fuerte que casi se iguala con el dólar estadounidense. A esta antigua colonia británica se la conoce como uno de los cuatro ‘tigres asiáticos’, junto a Corea del Sur, Hong Kong y Taiwán.
Los españoles podemos entrar gratis al país durante 90 días, aunque bastan 2 o 3 para hacernos una idea de lo que tiene que ofrecernos. Para no perder demasiado tiempo en desplazamientos cuenta con un Metro fantástico que cuesta un euro por trayecto, aproximadamente (2 euros en el trayecto que lleva al aeropuerto).
De esta manera nos moveremos con facilidad entre sus característicos barrios, que logran combinar la cultura propia de cada uno de los grupos que habitan en ellos con la limpieza y el orden que caracteriza a Singapur. Una mezcla de lo más curiosa.
ENTRE CHINATOWN Y LITTLE INDIA
La ciudad de Singapur hay que explorarla de barrio en barrio. Basta con cruzar unas pocas calles para pasar de la ‘pequeña india’ al barrio árabe o para cambiar Chinatown por el imponente distrito financiero.
Nos alojamos precisamente cerca de la parada de Metro de Rocher, donde la población de origen indio llena el barrio de color y olor a curry. El picante se puede respirar desde fuera de los restaurantes y los DVD de Bollywood cuelgan de las paredes. No cuenta con lugares representativos pero es fácil de pasear.
Muy cerca está el barrio árabe, uno de nuestros preferidos, con coloridas mezquitas siempre llenas de fieles y turistas. Destaca la Mezquita de Fátima, la más grande y bonita del país, con su cúpula dorada. La vista de la entrada principal desde el fondo de un camino de palmeras lleno de tiendas y restaurantes es impresionante.
Al otro lado de la ciudad está Chinatown… ¡El Chinatown más limpio que hemos visto en nuestra vida! Nos hizo plantearnos si realmente estábamos en el barrio chino de Singapur o en un decorado. Y de allí acabamos la ruta en el distrito financiero, que nos transportó por un momento a la Quinta Avenida de Nueva York.
Entre barrio y barrio no hay que perderse la calle Haji Lane, llena de color y arte urbano en todas sus paredes. En este sitio se encuentran las mejores tiendas para comprar souvenirs y bonitos restaurantes. Una especie de barrio de Malasaña (en su simil madrileño), pero más limpio.
UNO DE LOS SKYLINES MÁS ESPECTACULARES
Rascacielos y grandes avenidas con trabajadores trajeados de todas las nacionalidades paseando por sus aceras o montando en patinete eléctrico. Tiene la vida que le falta al área financiera de Shanghai y la limpieza que nunca tendrá el de Hong Kong. La Gran Manzana tiene aquí su hermano pequeño, un poco más sofocante por el calor… ¿El Gran Durián?
Singapur es una de esas ciudades que obligan a alzar la vista para contemplar todo su skyline. Un enorme espejo de día, que refleja la luz del sol llenando las calles de color, y un precioso escaparate de noche, con las luces de las ventanas simulando un cielo estrellado.
El plato fuerte es Marina Bay, ese hotel tan extraño con una azotea en forma de barco suspendida como por arte de magia sobre tres gigantescos pilares. La silueta de Singapur es única en el mundo. Un original museo al aire libre para los amantes de la arquitectura.