Published on septiembre 25th, 2018 | by Home Sapiens
0Bikaner y su famoso templo de las ratas
Bikaner es un destino que no recomendaríamos, a no ser que queráis pasar a ver el famoso templo de las ratas. A diferencia de la ciudad eso sí que nos gustó. Nosotros teníamos tiempo de sobra así que lo utilizamos como parada entre Delhi y Jaisalmer.
Bikaner no tiene nada que ver más allá de su fuerte (Junagarh Fort). Es verdad que es uno de los mejor conservados de India, pero los hay más impresionantes en otras zonas del Rajastán.
Karni Mata, más conocido como ‘el templo de las ratas’, sí que fue una visita interesante. El templo por fuera es muy bonito, con un color rosa inconfundible. Aunque la verdadera aventura comienza cuando la primera rata pasa por encima de tu pie al cruzar el dintel de la puerta de acceso.
El olor es nauseabundo y la estampa que se presenta ante los ojos, entre rara y cómica. Los hindúes creen que las ratas son descendientes directos de un hombre santo que se cobijó en el templo. Los fieles llegan a besar las paredes y comer alimentos que han sido mordisqueados por las ratas. Asqueroso.
Todo ello andando descalzos (nosotros entramos con unos calcetines que después tiramos directamente) entre los roedores y sus excrementos. Más allá de esta curiosa compañía animal, el templo es precioso, con buenas tallas, mucho color y unos juegos de luces y sombras increíbles para los amantes de la fotografía.
¿CÓMO LLEGAR DESDE BIKANER?
Bikaner es la ciudad más grande cerca de Karni Mata, que se encuentra realmente en el pueblo de Deshnok. La forma más cómoda de llegar hasta allí es en tren. El ticket cuesta 10 rupias por persona (12 céntimos de euro) y tarda poco más de 30 minutos en llegar. El recorrido inverso es el mismo, aunque cae un poco la frecuencia.
También se puede llegar hasta allí en autobús (por entre 20 y 30 rupias), saliendo desde la acera contraria al hotel Marudhan; o en coche, aunque contratar un coche privado con conductor puede llegar a salir por 400 rupias ida y vuelta (cerca de 5 euros).
Nosotros hicimos el trayecto en tren y nos resultó muy cómodo. A pesar de las miradas de los indios (que parece que habían visto a un fantasma). No acabamos de entender esas reacciones, y menos en un lugar donde suelen ir turistas a diario. La estación se encuentra a cinco minutos andando del templo.