Trucos para limpiar ese polvo que siempre vuelve
El polvo siempre vuelve. Eso es lo primero que se te tienes que meter en la cabeza cuando te vas a vivir solo. Da igual que no abras las ventanas, que te quites las zapatillas antes de entrar en casa o que hayas aspirado a conciencia debajo de los sofás… volverá a salir (y más pronto que tarde). En cualquier caso, no hay que ser guarros y conviene limpiar entre polvo y polvo. Aquí os dejamos unos consejos básicos.
Como ya advertíamos anteriormente no hay unos trucos infalibles en este terreno, pero sí unos cuantos consejos que os van a ayudar con esta tarea tan poco gratificante. Para empezar, hay que abrir las ventanas para que se cree un poco de corriente… No sabemos si esto es realmente efectivo, pero así le damos una oportunidad al polvo para que se vaya por las buenas. De lo contrario, se las va a tener que ver con nosotros.
Otra norma que se debe cumplir siempre es la de limpiar de arriba abajo. No seáis cazurros y le dediquéis media hora a aspirar el suelo para después mover todo el polvo acumulado en las lámparas o en los estantes superiores. Antes de que salgáis del cuarto se habrá depositado de nuevo y os tocará repetir el proceso en el orden adecuado.
Ahora nos referimos directamente a los vagos del plumero. ¡Dejaros de tonterías!. Si lo que queréis es limpiar y no mover el polvo de un lado para otro, va a ser mejor que cojáis un trapo húmedo. No seáis ingenuos y os creáis eso de la energía estática… Este instrumento sólo sirve para dos cosas: para hacerse cosquillas a uno mismo en la espalda y para esparcir el polvo.
Hay quien dice que conviene humedecer el trapo que vayamos a usar en glicerina en lugar de en agua para que atrape mejor las partículas de polvo, pero es la primera vez que oímos esa palabra, así que no nos la hemos jugado… Vamos a ir a lo sencillo. Si hay algún osado leyendo el blog le damos la garantía de que no nos lo hemos inventado, las páginas de los expertos (no como nosotros) lo recomiendan.
Por último, no nos queda más que insistir en que deis un buen uso a vuestra aspiradora. Eso sí, esperad a que sean algo más de las 11 de la mañana si no queréis ser odiados en todo el vecindario. Hay pocos sonidos en el mundo más molestos que el de esta máquina… No vayáis a hacer ahora que os habéis independizado lo mismo que criticabais a vuestras madres/padres.
Muy bueno!
Peor lo de abrir las ventanas antes… ¿por qué es??
Ya que hay que ventilar en algún momento y va a entrar algo de polvo al abrir la ventana… ¡Mejor hacerlo antes de limpiar la casa! 🙂
Y si no tengo aspirador ? Normalmente barro con el cepillo pero me da la impresión que lo único que hago es mover el pongo de aquí para allá. Además las zapatillas de estar en casa cogen todo el polvo y luego lo van soltando. Alguna ayuda estoy desesperada
Buenas Mónica. Quizás pasando la fregona atrapes un poco más el polvo… Es verdad que con el cepillo parece que sólo se mueve de un sitio a otro 🙂