¡Cuidado! vecino en obras…
Hoy toca analizar un tema conflictivo en cualquier comunidad que se precie: las obras en casa del vecino. Un duro trago por el que toca pasar, al menos, una vez en la vida… ¿Quién no ha sufrido esos golpes de martillo a deshora o el sonido del taladro clavándose en su cerebro en plena jornada de estudio? Esta semana nos ha tocado vivirlo en primera persona y con esta hermosa melodía de porrazos al otro lado de la pared, aprovechamos para publicar esta entrada.
Ya sabéis que hay una serie de ordenanzas municipales (en relación con el ruido y las horas de descanso) a las que podéis recurrir si vuestro vecino se salta las normas. En este caso, nosotros no podemos quejarnos de nada porque el anormal es Sergio. Los horarios de la obra en cuestión son decentes para el 99% de la gente, pero no para quien trabaja de noche y duerme por la mañana en la habitación contigua a la bacanal de golpes.
El maravilloso baño que está preparando el vecino se ha convertido en una pesadilla (literalmente) para Sergio, que con este horario de vampiro se ha tirado varios días levantándose sobresaltado… ¡como si le estuvieran clavando una estaca a martillazos!. Al final, la única solución ha sido irse a dormir al sofá-cama del salón e ir practicando para cuando vuelva a tener un horario de trabajo normal y Alicia decida echarle de la habitación.
ja,ja,ja,ja Sergio que si quieres yo te adopto unos días hasta que termina las obras tu vecino , que mi piso es el ultimo y esquinao asi que ningún vecino me aporrea las paredes de los dormitorios ja,ja,ja
Que haga leve !!
Abrazos
Merche