Published on diciembre 26th, 2018 | by Home Sapiens
0Cuando el Taj Mahal nos dejó sin palabras
Muy poco se puede decir de Agra… más allá de que es la ciudad que guarda el gran tesoro de India: el Taj Mahal. Este monumento funerario es la gran atracción del país y desde que el tren entra en la estación de Agra Fort el turista no para de encontrarse con carteles con la imagen de este impresionante mausoleo. El resto parece una zona en guerra, con edificios a punto de derrumbarse y carreteras inundadas de polvo y suciedad.
Tan solo el rojo intenso de su fuerte logra eclipsar por momentos la grandeza del mármol blanco del icono de India. El Taj Mahal queda para siempre grabado en la retina de los viajeros y en las pantallas de sus teléfonos móviles, con su silueta de curvas y ángulos perfectos.
Nosotros nos alojamos en el Rhine Hostel (por 500 rupias la noche en habitación privada con baño, algo más de seis euros). Un sitio muy básico y barato, a tan solo quince minutos andando del Taj Mahal. Lo único malo es que había muchos mosquitos alrededor (no sabemos si es habitual en el resto de alojamientos de la zona). Los ‘rickshaws’ desde aquí a la estación de tren y viceversa deberían costar 100 rupias como máximo.
Comíamos a pocos metros del hostel, en un restaurante que se llama ‘Good Vibes’. El sitio tiene buen ambiente y unos precios y calidad aceptables. Así pasamos un día, dejando pasar una tormenta enorme que llegó a Agra, antes de la esperada visita al Taj Mahal.
CARA A CARA CON EL TAJ MAHAL
Da igual que hayas visto mil fotos: la vista del Taj Mahal al cruzar la puerta que da acceso al recinto quita el aliento a cualquiera. La silueta del edificio se marca a la perfección sobre el cielo despejado y hace que cualquier otra cosa parezca insignificante. Las 1.000 rupias de la entrada (12,5 euros) están más que amortizadas.
La gente se empeña en llegar al Taj Mahal a las 5.30 de la mañana para ver el amanecer desde dentro y hacerse una foto con el recinto prácticamente vacío. Nosotros dudamos de que eso merezca la pena, pero allá cada cual. Llegamos a las 8.30, después de desayunar tranquilamente, con el sol aún bajo y nadie haciendo cola en la puerta. Disfrutamos de la visita sin aglomeraciones e hicimos todas las fotos que quisimos.
¿Cuál sería ‘la foto perfecta’ del Taj Mahal? Para nosotros habría dos: una en la que el edificio se refleja en las fuentes del recinto (que a las 11.00 de la mañana empiezan a funcionar, fastidiando este efecto óptico) y la otra desde las puertas de los edificios que se encuentran en los laterales del mausoleo. Lo mejor es ir al lado contrario al que esté el sol para sacar la imagen de tu silueta con el contorno de la puerta y el Taj Mahal de fondo. Espectacular.
LAS MEJORES VISTAS DEL TAJ MAHAL DESDE FUERA
Una de las vistas más impactantes del Taj Mahal se disfruta desde el otro lado del río. Dentro del recinto no está permitido pintar, por lo que nuestra alternativa fue ir hasta allí para plasmar su belleza en el cuaderno de viaje de Alicia. El ‘rickshaw’ para la ida y vuelta cuesta entre 300 y 400 rupias y el acceso al parque Mehtab Bagh entre 100 y 200 rupias (antes se podía bordear el parque para ver el Taj Mahal gratis pero lo han prohibido).
Otra manera de disfrutar del Taj Mahal en la distancia es comiendo en la azotea de un restaurante. Nosotros lo hicimos en el Saniya Palace. Habíamos buscado fotos por Internet y las vistas no nos defraudaron. La comida también estaba buena y salimos por 500 rupias entre los dos. La pena es que el Taj Mahal no está iluminado de noche porque sería el sitio perfecto para una cena con la joya de India de fondo.
Por último, merece la pena acercarse a ver el atardecer desde la orilla del río en el lateral este del complejo. Se puede ir andando desde la puerta de acceso y se tarda apenas 10 minutos. Allí, con los cánticos de fondo de un templo cercano, se disfruta del Taj Mahal con una perspectiva totalmente diferente. Aquí también se percibe la otra cara de India, con toda la basura acumulada en la orilla del río, a pocos metros de ese inmaculado mausoleo que logra impresionar a todos los turistas.