San Valentín emancipado: La vida en pareja
Aprovechando este día de los enamorados vamos a compartir con vosotros otro extracto del libro de Home Sapiens. Se trata de la parte que dedicamos a la vida en pareja, con todos esos consejos que creemos que os pueden ayudar en los primeros pasos de la convivencia. Para ello, recurrimos a nuestra propia versión de ‘La canción del pirata‘, de José de Espronceda.
Como de costumbre, va cargado de humor y algo de sentido común (no sabríamos decir si a partes iguales). Incluye también el contrato de convivencia que ambos enamorados deberían firmar una vez hayan leído las condiciones previamente expuestas. Siempre es bueno dejar las cosas por escrito y con la rúbrica de las partes interesadas. Para que no haya malentendidos.
Y si sois de los que acostumbráis a tener algún detalle con la pareja, no se a qué esperáis para regalar el libro de Home Sapiens. Si no os llega el presupuesto, también podéis dedicarles el enlace a esta entrada por las redes sociales, seguro que muchos se ven identificados. Esperamos que os guste:
Ley del emprendedor
“CON DIEZ CAÑONES POR BANDA VIENTO EN POPA A TODA VELA”
Art . 1 Cuando alguien se va a vivir con su pareja siente miedo. Es una reacción lógica ante un cambio tan drástico. En cualquier caso, todos piensan que nada va a poder con su bonita relación, que aguantarán “esos pequeños detalles” que hacen de su nuevo compañero de vida alguien especial. Y es cierto que todo va viento en popa, al menos mientras dura la inercia… pero después toca remar.
Art . 2 Llega un momento en el que los “pequeños detalles” que le hacen especial se convierten en “putas manías” y hay que tomar medidas. No puede ser eso de los calzoncillos tirados por el suelo o los pelos en el baño. Y si no hay acuerdo, se establecen normas.
Norma de convivencia
“CUANTO ABARCA EL MAR BRAVÍO, A QUIEN NADIE IMPUSO LEYES”
Art . 1 La anarquía no es un sistema válido para un hogar compartido. Tampoco lo es la dictadura. Mientras que la democracia, entre dos, carece de las mayorías absolutas necesarias para solucionar temas conflictivos. Lo mejor es usar el sentido común. Para ello, resulta imprescindible establecer desde un principio unas normas básicas de convivencia.
Art . 2 Vives con tu pareja, no con tus padres. Eso es lo primero que tiene que quedar claro. Y en lo que respecta a la ansiada vida pirata: ‘sin estudiar, sin trabajar y con la botella de ron’… ya te puedes ir olvidando. Eso no quiere decir que vayas a vivir mal, pero aquí no hay patrones. Todos somos marineros.
La play y el cepillo
“HAN RENDIDO SUS PENDONES, CIEN NACIONES A MIS PIES”
Art . 1 Las pequeñas conquistas son habituales en las casas compartidas. Ambos tratan de marcar su terreno: ella, más sutil, suele llegar con el cepillo de dientes, mientras que él planta la videoconsola en medio del salón. A partir de ahí, el combate se extiende al resto de estancias y una simple percha puede ser motivo suficiente para declarar la guerra.
Art . 2 Los mayores problemas surgen a raíz de las incursiones silenciosas en terreno hostil. Esa balda del baño que cambia de dueño en un descuido, un refresco light en el hueco de la nevera reservado a la cerveza o el abrigo que cambia de armario durante la noche. Seguro que te suena.
Reparto de tareas
“EN LAS PRESAS YO DIVIDO LO COGIDO POR IGUAL”
Art . 1 En la casa de dos jóvenes emancipados se suele limpiar poco, pero se limpia por igual. Esa es una ley básica que no se puede olvidar en los tiempos que corren. Hay que ir acabando con determinados estereotipos que, por desgracia, aún están presentes en la sociedad. En el reparto de tareas (y el respeto) está la armonía.
Art . 2 También hay un reparto de gastos. Compartiendo las facturas entre dos cuesta menos encender la calefacción en invierno… aunque las diferencias a la hora de tolerar el frío puedan generar alguna pequeña discusión. Lo más importante es que, tengáis o no un buen botín, os ayudéis para salir a flote.
El decreto insomne
“YO ME DUERMO SOSEGADO, ARRULLADO POR EL MAR”
Art . 1 La cama, para lo bueno y para lo malo, es un lugar clave de la vida en pareja. Las partes positivas ya las conocen todos, así que en estas cláusulas tenemos que advertir de los inconvenientes. Durante los primeros meses os estaréis pegando patadas por la noche, tirando de la manta hasta dejar al otro desnudo en plena madrugada o robándoos las zapatillas de andar por casa… Aunque os acabaréis acostumbrando. ¿o no?.
Art . 2 ¡Ojo con los pijamas!. Aquí toca ponerse serios. Está claro que tu pareja te tiene que querer igual peinado, despeinado, maquillada o sin maquillar y hasta recién despertado… pero pónselo un poco más fácil y quítate el pijama de animalitos o los pantalones de chándal llenos de agujeros.
El tributo del ‘ya que’
“QUE ES MI BARCO MI TESORO, QUE ES MI DIOS LA LIBERTAD”
Art . 1 En un viaje en barco como éste resulta difícil evitar el oleaje. La vida en pareja no siempre es sencilla, pero tiene muchas más cosas gratificantes que inconvenientes. Además, abre la puerta a los llamados ‘ya que’, un recurso muy interesante: “Ya que te has levantado, ¿me podrías traer…?”; “ya que vas a la cocina, ¿me puedes acercar…”. Eso sí, lo debéis usar con moderación.
Art . 2 Y tras aceptar las leyes, queda sellar con tinta este pacto y emprender la travesía. Una oportunidad para compartir, descubrir, conocerse y convertir esta experiencia en la mejor de las aventuras. Como dos piratas en busca del tesoro.
Sobre el autor
Home Sapiens Alicia y Sergio. Diseñadora gráfica y periodista. Dos amantes de los viajes que han dejado todo durante un año para recorrer el mundo y contar sus aventuras en este blog.
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