Published on febrero 6th, 2013 | by Home Sapiens
0Ducha, zumo y café… para levantarse con buen pie
Suena el despertador. Cinco minutos después, vuelve a sonar. ¿Posponer o descartar?. Cinco minutos más. Con esfuerzo (mucho esfuerzo) ponemos el primer pie en el suelo y nos desperezamos. Pese a tener los ojos entreabiertos y llenos de legañas avanzamos a la cocina para preparar el zumo, luego ducha y, para acabar, un café. Una fórmula tan habitual como infalible.
Cada mañana se repite la misma historia. Llega el lunes y hay que afrontar la cruda realidad: pelearemos con las mantas, rascaremos unos minutos al reloj y nos lamentaremos. Pero al final no nos quedará otra opción que levantarnos y afrontar el día con optimismo. La vitamina ‘C’ es el mejor bálsamo para ello. Por otra parte, conviene poner el despertador lejos de la cama (a veces la pereza nos gana la batalla y nos puede jugar una mala pasada).
Aunque si hablamos de despejarnos, no hay nada como una ducha y un café. El momento en el que sales de la ducha y lanzas la mano hacia la toalla es, sin duda, el más crítico de toda la mañana, pero si consigues superarlo ya no habrá nada que pueda contigo. En invierno es conveniente meter en el cuarto de baño al menos la ropa interior para salir de allí con algo de protección ante el frío.
Los hay que acabarán de arreglarse en apenas cinco minutos y quienes tardarán un ratillo más… Deja la ropa preparada el día anterior si no quieres que se te eche el tiempo encima. ¡Y desayuna!. Hay ciertas horas en las que uno tiene el estómago cerrado, pero hay que hacer un esfuerzo y, si no hay forma, preparar un buen sándwich para tomar a media mañana.
En cuanto al café, hay muchas manías al respecto. Ahora están muy extendidas las máquinas de cápsulas (nosotros también hemos caído, la verdad es que entran por los ojos), pero hay quienes se niegan a abandonar sus viejas cafeteras insistiendo en que no tienen “ni punto de comparación”. No somos unos ‘gourmets’ en este sentido, así que lo importante es que vaya bien cargado de cafeína.
Unos tragos y ya estamos listos para comernos el mundo. ¡Si eres de nuestro club, comparte esta fórmula!.