Published on enero 30th, 2013 | by Home Sapiens
1El ‘hall’ de nuestra casa
Hay casas en las que el ‘hall’ es casi una estancia propia, con su espejo, su mesilla, el paragüero, las perchas o el cajón guardallaves. En nuestro caso, igual que ocurre en la mayorÃa de casa pequeñas, uno no sabe dónde acaba la entrada de la casa y empieza el salón o la cocina. Un jaleo.
Nosotros hemos tenido que recurrir al ingenio para crear nuestro pequeño ‘hall’ particular. Y no nos ha quedado nada mal. Juzgad vosotros mismos… Ahora tenemos nuestro hueco para las llaves, unas plantas para decorar, varios cajones, un espacio para dejar notas y hasta un libro de visitas donde los invitados dejan sus dedicatorias (vamos, como en un hotel de categorÃa).
Vamos por partes. En primer lugar, decidimos pintar de rojo la pared de la entrada para diferenciarla del resto del salón. Con ese pequeño toque ya logramos dar personalidad a un rincón que parecÃa desaprovechado. Además, le dimos nuestro toque personal con una copia de un ‘stencil’ del mismÃsimo Banksy. Preparamos la plantilla con un cúter y utilizamos pintura plástica y una esponja para traspasarlo a un plástico de PVC que oculta el cableado (preferimos no usar spray dentro de la casa).
El resultado fue el esperado. Basta con ver el boceto que preparó Alicia antes de llevarlo a cabo y el resultado final. Lo más difÃcil, sin duda, fue colocar las mini repisas de apenas 10×10 centÃmetros sobre las que se sostienen las plantas. Al final, decidimos que lo mejor era crear ‘railes’ en las maderas que usamos como baldas por los que irÃan los tornillos que anclamos en la pared. Y asÃ, de una esquina inútil sacamos un rincón bastante apañado.
El padre de Sergio fue el ejecutor de buena parte de esta obra. Él mismo preparó en un contrachapado fino, pintando de negro y barnizando el ‘mueble’ de la entrada. No le falta de nada: el hueco para dejar las llaves, una pinza para dejar las notas o preparar las listas de la compra, una balda sobre la que apoyar el libro de visitas y un bolÃgrafo colgando, al puro estilo de un hotel.
Para acabar de decorar nuestra peculiar entrada de la casa, compramos un par de maceteros cuadrados y de color rojo que atornillamos junto a la puerta a modo de cajones con el objetivo de darles algún uso práctico o de meter dentro alguna figura decorativa. Asimismo, nos trajimos de Marruecos un pequeño cuadro de pictogramas de origen bereber dibujados sobre piel.
Hay otro detalle que Alicia no dejó pasar por alto. No lo vais a poder ver a simple vista en las fotos, pero se empeñó en cambiar la tipografÃa que nos habÃan puesto en el cuadro de luces. De Comic Sans a Helvética… Los diseñadores sabrán de lo que hablamos.
Muerte a la Comic Sans! Y larga vida a Banksy, Ãdolo antes de que fuera mainstrem